15/07/09 l ENTREVISTASPEZDesprendidos del anzueloAriel Minimal y toda su tropa cuentan detalles de su reciente disco "El Porvenir". Hablan de su independencia de las compañías disqueras, de sus 15 años de banda, de las comparaciones de la crítica, y explican por qué el público putea en sus recitales. "A veces se vuelve medio desagradable", dicen. Por Revista Filo"Tenemos que organizarnos un poco más”, rezonga uno y la respuesta no tarda en aparecer: “El otro día, después del show, sobraba guita. No entendí bien cómo fueron las cuentas”, dice otro. Entre haberes, totales y subtotales, la charla convierte momentáneamente a la sala de ensayo en una imprevista oficina contable. Aunque un poco más desprolija, claro.
No son ni las 19 y la gente de Pez está allí desde hace por lo menos un buen rato. Afuera, sobre Moreno, el parquímetro oportuno sigue firme esperando vomitar el ticket a cambio de que un buen contribuyente deposite $1 en monedas, y se asegura una hora de parking sin problemas. Tampoco son las 19 adentro, en los estudios TNT, lugar donde la banda ensaya casi rigurosamente unas 3 veces por semana. Ahora, están todos merodeando por la habitación. Cada uno más o menos en la suya.
De a poco los comentarios sobre números y dinero se van disipando. De repente un Minimal pelado y más flaco, pisa el tendal de cables desparramados por el parqué mientras prepara el set de pedales y enchufa la viola. Fósforo toma un jugo de naranja en tetra, y Pepo está en el pasillo fumando y hablando con Franco. Porque ese pasillo, según dicen, es el único “sector fumadores… de tabaco”.
Los instrumentos están casi tan listos como ellos. Pero aún no toman posición. En un rincón de la sala reposan una multitud de estuches vintage semi rígidos y semi astrosos. De frente a la puerta gruesa y con manija de heladera vieja, se ubica la batería. A los costados, el equipo de bajo y el órgano. Los Pez forman en círculo, casi enfrentados. Un contra-cardúmen. En un rato van a ensayar, aunque mejor: “Vamos hablando y después tocamos un poco”, propone Ariel.
El Porvenir de la músicaA menos de un año de la salida del DVD “Sesión de espiritismo”, el grupo parecería no tener descanso, y ya parió un nuevo disco. Para mayo, la distribución de “El porvenir” ya es todo un hecho. Su grabación, por primera vez en la historia de la banda, fue en dos partes: registraron 6 temas en octubre del año pasado, y otros 6 en febrero de este año. “Hasta son de diferentes estados de ánimo, de distinta cosecha. Eso le da cierta bipolaridad al disco que a mí me gusta”, explica Minimal.
Y a medida que van confesando su pasado-presente-futuro, dejan percibir que Pez es, sin dudas, el prototipo de lo distinto, de lo inhabitual. Sacan discos casi todos los años, caminan senderos alejados del marketing discográfico y se apartan del modus operandis clásico de cualquier otra banda. Y lo mejor, es que no les importa.
“Presentar los discos ni bien los publicamos, no responde a ningún tipo de estrategia. Somos unos grandes sacadores de discos en épocas donde no saca ningún grupo. No nos preguntamos si conviene o no. Eso típico de grabarlo en noviembre y sacarlo en marzo… ¿Cómo lo vamos a sacar en marzo? Para ese mes ya voy a estar vestido de Napoleón y haciendo teatro. Las cosas son ahora. Y es más, cuando lo presentemos ni siquiera lo vamos a tocar entero. Son canciones que en estos momentos pasan a ser parte de nuestro repertorio, por eso algunas las tocaremos por mucho tiempo y otras no las tocaremos jamás”, lanza el cantante, mientras se cuelga del hombro su reliquia “Galasso”, con la que coquetea en silencio firuleteando escalas por todo el diapasón.
Filo: Además de grabarlo en dos partes, ¿cómo fue el proceso de estudio?Minimal: Fue muy fresco, la banda tocando en vivo, con un par de sobre grabaciones de voces nomás. La idea fue grabar las canciones directamente.
Filo: ¿Creen que de esa manera queda registrada una vibra particular en cada tema?Minimal: Sí claro. Es muy escéptico el trabajo de grabar por separado, no hay chances de que salga mal y es muy aburrido. En vivo es totalmente otra cosa y por lo general no somos “perfectistas”. Si le salió mal a uno y bien al otro, te jodiste. Tal vez sea una influencia del jazz. Nosotros somos intérpretes, estamos preparados para tocar lo que componemos. Sería como un fracaso total tener que hacer 8 mil tomas de un tema. Hubo una sola canción del El Porvenir que la tuvimos que grabar unas cuantas veces, y preferimos sacarla porque estábamos forzando la situación. También es como que nos mantuvimos tipo ‘unidad básica’. Sin requerimientos de amigos ni invitados.
Filo: Los discos anteriores “Hoy” y “Los orfebres” son como dos mundos musicalmente opuestos. El primero de canciones tranquilas y el otro de temas mucho más violentos, ¿con qué se va a encontrar la gente ahora? Minimal: El Porvenir no tiene un sólo sonido, como fueron los otros dos. Es más parecido a discos más viejos. Por intención me puede parecer más a Quemado, donde había un blues, una canción, un punk rock, etc. A nivel audio, me hace acordar a Pez 3 (composición de Pez a mediados de los ‘90s).
Minimal deja en claro que es el cerebro del monstruo. El creador de la mayoría de los temas, y el que comanda las decisiones principales. La banda es a él, lo que él es a la banda. Pero todo no puede. “Fósforo vení, ayudame que estoy tratando de cerrar una idea”, convoca al bajista “Fósforo” García, quien desde le pasillo -sector fumadores de tabaco- lo tranquiliza con un simple… “pero si vas bien”.
El pedido de ayuda es entendible. Porque es difícil de explicar que el grupo, con 15 años de trayectoria, más de 10 discos editados, y siendo su música casi siempre el motivo de halago de la crítica, esté afuera del circuito comercial masivo de las compañías. “Tal vez no sepan quiénes somos”, se anima el frontman.
Y enseguida agrega: “Una sola vez fuimos a mostrar nuestros trabajos a las compañías, y nunca nadie nos devolvió el llamado. De ahí en más los sacamos nosotros y siguió de ese modo, es nuestra forma de trabajar. Por nuestra parte no hay una situación de ‘independencia o muerte’. Igual me parece súper romántica la situación de editar tu propio disco, y no tener que deberle a nada a nadie. Para mí eso no tiene precio, o no sé qué precio tiene. No estamos en contra de las discográficas ni de la forma de vender un hit.
Sólo que no hacemos eso, pero no por una cuestión moral, simplemente porque hacemos otra cosa. En ese sentido no tenemos ningún tipo de norte, estamos a la deriva. No tenemos ningún tipo de pensamientos, somos medios estúpidos. Es decir, no hay una ambición de carrera”.
Fósforo, finalmente, acude al llamado y le da el toque final. “No estoy esperando que nuestro próximo disco la pegue así me compro un Renault 18…”. Queda en silencio, hace gestos, piensa y remata: “Aunque es un lindo auto…” (risas).
Pez se posiciona en la escena como una de las bandas reveladoras, oxigenantes, innovadoras. Tiene trascendencia, trayectoria y un público incondicional casi de culto que lo sigue en cada presentación. Aunque para Franco Salvador, el baterista, “se viene renovando en los últimos años”. Creo que con ‘Hoy’ se sumó gente nueva, ganamos por un lado y perdimos por el otro”, dice.
Filo: Ariel, hablando de público, ¿por qué razón te puteas con la gente? Minimal: Es un juego boludo, a veces se vuelve medio desagradable. Para darte una idea de los malentendidos que pueden generar, una vez en un show en Santana (Ramos), uno me gritó “aguante Minimal” o algo así, y yo le dije: “¿Por qué aguante? Decime hacete coger, que está mejor”. Y después un show posterior, a la semana, alguien me dijo “hacete coger” y todos se sorprendieron, pero en realidad el pibe me estaba tirando un chiste de un recital anterior. Entonces eso genera como toda una cosa amplificada. Y a mí, como no tengo mucho filtro, me resulta muy natural contestar. Por ejemplo cuando alguien me dice gordo, le digo: ‘gordo la concha de tu madre’. Aunque a veces trato concientemente de eliminarlo.
Filo: La crítica, más que nada de la prensa gráfica, muchas veces los compara con King Creamson, Spinetta o The Mars Volta ¿Qué piensan al respecto? Minimal: Es un laburo muy ingrato el del comentarista, porque hace comentarios sobre el trabajo de los demás. Tenés que tener mucho conocimiento, no cualquiera puede ser crítico. Entonces hoy en día con Internet, donde todo el mundo tiene una opinión para dar sobre algo, es raro. He leído cientos de comentarios sobre Pez, que no sé quién los escribió, puede que haya sido un pibe que ni siquiera escuchó un disco de los Sex Pistols y está criticando.
Fósforo: Es muy difícil hablar de música sin tirar referencias. ¿Cómo lo explicas? La música no representa nada más que la música, no es como una obra de teatro. Nos han comparado con bandas que ni sabíamos que existían.
Minimal: A mí en Uruguay me volvieron loco con Jeff Beck. Yo le decía al tipo: ‘no sé quién es’. Y encima se ofendía porque no me creía. El crítico no habla de tu música, sino de lo que él escuchó. Sí, The Mars Volta es una banda que nos gusta mucho, pero nosotros teníamos 10 años y 6 discos cuando ellos aparecieron. Me di cuenta que los pibes que escriben copian términos que no saben, por ejemplo dicen que es un disco muy progresivo-punk-folk… y eso no tiene nada que ver, no existe. Es como mezclar leche con rabanitos. Me parece que a Pez no lo podés definir. Tal vez, por momentos, sí.
Entra más gente a la sala. Cortan ellos y corta la cinta del grabador. Pasaron un par de minutos de las 20 y afuera, sobre Moreno, el parquímetro ya está hambriento de monedas, y la hora de parking por $1 se acabó. Pero no importa. Porque adentro, en la habitación, los Pez están todos en sus posiciones, Ariel dirige la batuta y el piso empieza a vibrar de la potencia que emana un extraño rock and roll a los palos. Están… por fin, ensayando.
El Porvenir de sus letras“Creo que mucha gente se puede sensibilizar con el “Rock del Pedazo” de Los Ratones, de hecho mucha más gente lo hace con eso más que con nosotros. Cada uno escribe como es, seguro que si vas a hablar con Spinetta, hablará como escribe, muy rico en palabras y expresiones. A mí me gusta ver a la persona en su arte. No soy escritor, tengo un cuaderno con letras que las hago cuando tengo que cantar una canción, escribo para eso. Nunca tuve como un afán literario que se asocie a la canción. Y no me la creo. Las letras nuestras son de rock, supongo que hablo de lo que escuché porque uno repite cosas. Lo que comés lo cagás”. (Ariel Minimal).-
Este sábado 18 de julio a partir de las 21 horas, Pez se presentará en Niceto Club, Niceto Vega 5510, en Capital Federal, junto a Tantra. Asimismo, el show del viernes 24 de julio en Chill Out de Ituzaingó fue suspendido por el local y se reprogramó para el 4 de septiembre.Para mayor información visiten
http://www.pezapesta.com.ar/.
Fuente: Revista Filo